Poemas

Un dia de esperanza

Hoy es un día para salir al sol y sonreírle a la vida, para dormir el dolor de aquello que no pudo ser y que desapareció un día sin decir adiós…y no dejo huellas.
Hoy es un día para escribir, para dejar atrás las divagaciones del tiempo.  Para dejar dormido el ocio y despertar sonriente en busca de eso que tanto has soñado.
Hoy es un día para resaltar lo que eres y lo que vives, lo que sientes lo que deseas sentir, para vivir un momento y por momento desear vivir.
Hoy es un día para dar gracias y recibir bendición.
Hoy es un día para que sepas que alguien piensa en ti, y que también deberías de pensar en alguien.  Para que sonrías y sin razón alguna, para vivas por todas las razones que tienes.
Hoy  es un día donde la variedad no suena mal, donde lo peculiar tiene un sabor diferente, donde las espigas de tiempo  corren por el viento, y los segundos puedes contarlos con los dedos de tus manos.
Hoy es un día donde se siente bien saber que eres humano.  Que sientes igual que todos y todos no sienten lo que sientes tú.
Hoy es un día donde mirar al cielo debe ser algo común, donde lo particular debe romper la rutina que llevamos como vida.
Hoy es un día donde lo simple se convierte en complicado, y difícil se hace cotidiano.
Hoy es un día donde debes de llegar y abrazar un hermano, donde los espejos de este tiempo dejen de ser los fracasos y los fracasos se conviertan en oportunidades para hacer algo diferente.
Hoy debe ser un día de esperanza y la esperanza debe ser la rutina de tu vivir.
Hoy es un día de paz, de luz, de amor, de esperanza, de estancia y de lugar apropiado. De vivir con lo que eres y ser lo que vives.
Hoy es un día de Luz y vida.  Solo tienes que mirar a tu lado y veras que si tienes con quien compartirla.
Poemas

Un Rey para un reino

 

No sabía escuchar el silencio de su voz, 
Ni podía sentir el rose de sus manos,
No sabía de su estancia en mi vida, 
Ni que deseaba cenar conmigo, 
No sabía que cada día salía por mí, 
Y que en las noches regresa conmigo, 
No sabía de su amor incondicional, 
Ni de las obras que en mi hacia sin preguntar, 
No sabía de su morada, 
Ni que necesitaba su cabeza recostar, 
No sabía que siempre deseo conmigo conversar, 
Ni que en las mañana me escucha hablar,
  
Aprendí que se llama Jesus,
Aprendí que le podía hablar, 
Que le podía pedir, 
Le podía decir lo que sentía y lo que siento. 
Le podía contar mis deseos y mis anhelos. 
Descubrí que su sonrisa se hacía eterna 
Y que no buscaba más de allá de mi atención, 
Que solo quería mi compañía aunque nunca la necesito. 
Más ahora que vive en mí 
Puedo decir que más que aun Padre,
Más que un amigo, más que un hermano, 

Me he ganado un Rey y que su reino soy yo.