Devocionales

Lo que escribo

Escribir se ha convertido en algo natural, expresar lo que siento se ha convertido en una verdadera Aventura. Ya mis poemas no son míos, y mi esquina azul dejo de ser un lugar privado. Ya las mañanas tienen un aroma diferente, quizás porque aun conservo tu fragancia en mis recuerdos, quizás porque los momentos más felices fueron a tu lado. Quizás porque en esos días el sol venia con la brisa y sus besos no quemaban, quizás porque dejaste un recuerdo que despierta en las mañanas con el roció y se acuesta a mi lado justo al morir el crepúsculo. Quizás porque sueno con estas letras que me despiertan, que tienen su propio idioma y me han ensenado como hablar con ellas. Quizás porque el tiempo es su tiempo y el mio no les importa, no tienen limites, ni espacios, ni miradas pero saben sentir las nuestras, me hablan, me dicen, me cuentan sus historias, que mucho se parecen a las mías. La verdad de lo que soy, esta entre estas líneas que cada día cobran vida. Rompen la rutina y describen un sentimiento que pensé no tenia. Que muchas veces no se como expresarlo, pero esta vez, en vez de intentarlo simplemente lo deje caer sobre el papel. Los momentos de musas duran mas, las letras caen con más rapidez, y todo cuando sueño lo palpo en mis poemas, la poesía me da esa libertad. Los espacios se hacen cada vez más grandes y la creatividad cada vez mas especifica. Cada vez más meticulosa, cada vez más curiosa, cada vez más atrevida. Sus palabras resuenan en mi mente, y llueven de mis manos. Y cada vez mas me convierto en sonador, cada vez más me descubro bajo la lluvia, me descubro acostado mirando la noche, me descubro contando las estrellas. Me descubro sonando lo prohibido, las cosas que soñé hacer…y muchas de ellas eran contigo. Hoy me llega un olor conocido, dulce, sutil, que me hace recordar y respirar profundo para inhalar todo lo que trae consigo. Me recuerda unos besos, una mirada, una sonrisa. Me recuerda una piel, un cuerpo, un espacio donde sembré mis caricias, me recuerda unos gemidos, una luna menguante en sus ojos. Me recuerda un momento, unos latidos…rápidos, profundos, una respiración acelerada. Y luego el silencio, la mirada perdida, lentos movimientos… Describir tus ojos es parte de lo anhelo a diario, para descubrirme en tu mirada. He dejado una poesía escrita con mi fragancia, escalando las paredes de tu vientre, buscando la sima de las montanas que adornan tu pecho, para sembrar en tus labios ese beso tan deseado. Esto me lo permite mi poesía, me da la libertad de caminar tu cuerpo y dejar plantado unos besos para que acaricien tus labios cuando menos lo estés esperando.

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