Devocionales

Hacia donde caminamos

He aprendido a ver las cosas desde varias perspectivas. Muchas de las mismas cosas que antes parecían ser, ya no son. Porque los tiempos cambiaron. Y cabe preguntar ¿Cómo hace el tiempo para mantenerse igual: Un minuto igual a sesenta segundos, una hora igual a sesenta minutos; mas sin embargo uno no es igual al que era antes? Realmente las cosas cambian, y a veces no nos damos cuenta de cuanto cambiamos, y como cambia el rumbo hacia donde nos dirigimos.
Lo sustancial de los esfuerzos que hacemos en la vida, solo toma fuerza cuando se le dedica una gran parte a lo que tiene que ver con lo espiritual. No se puede redefinir la vida con un simple cambio, los cambios deben ser radicales y significativos.
Si el simple modo de expresión, solo se presta para mostrar una parte de lo que somos. Hay que buscar mas profundo dentro de nosotros. La propia expresión de ser humano identifica los valores que llevamos. No se puede disfrazar la franqueza con un discurso que dilate a la verdad. No se puede conjugar el espacio donde gravitan las mentiras y mucho menos se puede empezar, por lo que ya esta terminado. Hay que definirse en una clara expresión de vida, sin el espesor que tiene la falta de sinceridad.
Cerramos etapas, algunas brechas y borramos algunos recuerdos. Que sin pensar nos atan a un pasado de estupendos coloridos, pero es un pasado, y esto lo hace inevitable que forme parte el olvido si es que lo deseamos. Una puerta no se abre hasta que la otra no se cierra.
La realidad no se limita a mostrarnos el presente, nos provee el concepto de lo que tenemos que hacer y el resultado de nuestras acciones. La misma no se puede definir en dos o en tres palabras. Lo cierto es que a final del día lo que cuenta es que tan diferentes hemos sido…Y si realmente estamos decididos a continuar aunque duela al principio.
Encontrarnos en los pasillas de esta gran carpa que le llaman vida. A veces es pura coincidencia, otras veces no. Los momentos en los que compartimos se logran porque deseamos romper con lo cotidiano, con todo aquello que se deriva de lo común. Lo que si importa es que estemos consiente de lo que somos. Sin pender la vista en lo que en realidad es importante.
Las rupturas de la vida no llegan con el tiempo. Llegan con las actitudes y las circunstancias que nosotros mismos creamos y con la acquisición de nuevos comportamientos. Realmente somos entes de cambios, ya sea que: Provoquemos el cambio, o que simplemente nos demos cuenta de que algo cambio. Lo importante de pertenecer a uno de estos grupos es que estamos consientes de que hubo cambio. Lo penoso fuera que perteneciéramos al grupo que ni si quiera pregunta que cambio.
Tenemos que aprender a descubrirnos en cada lugar, donde sentimos que podemos hacerlo. Y esto nos dara libertad de expresión, pura y simple por que realmente es nuestra. No se como el tiempo nos ayuda en todo esto, pero la realidad es que no deja de pasar. Y tenemos que abrobechar cada segundo, y dibujar nuestra expresión sin limites, sin espacios en blanco. simepre de frente y tratando de no causar llanto…aunque cause dolor. Quizás porque considera que así debe de ser. Al final de este camino, llegara el momento donde tenga que cerrar los ojos no para imaginar el cielo…si no para emprender mi ruta hacia el mismo. De esto si es que quiero estar seguro, y es lo único que no negociaría con nadie, solo con Dios. El ya conoce mi verdadera expresión aunque yo no se lo exprese.
no se que tan largo sea este camino, que no se si es largo…pero de seguro espero que sea comodo………hasta que Dios decida cuando debe partir…hasta ese momento quiero vivir de acuerdo a su voluntad. Y espero que siempre me brinde su misericordia…siempre.

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